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El presidente de la FAPI destacó que no se puede hablar de una sola visión de desarrollo y exhortó a superar la brecha de desigualdad

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Don Hipólito Acevei, durante su exposición en el Congreso Chaco Integrado. Foto: Chaco Integrado.

Don Hipólito Acevei, presidente de la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) señaló que no se puede hablar de una sola visión de desarrollo, más aún teniendo en cuenta que en Paraguay existe una diversidad de Pueblos Indígenas, cada uno con su propia historia, organización, espiritualidad e idioma. Lo hizo durante su discurso ofrecido en el Congreso Chaco Integrado que se inició el jueves 4 de octubre y culminó el sábado 6 en el polideportivo municipal de Filadelfia (Chaco).

Se refirió además a una realidad que no sólo se da en el Chaco, sino a nivel país, que es la brecha de desigualdad que existe en Paraguay entre varios sectores de la sociedad que no se debe ocultar, por lo tanto, dijo, es una obligación que todos puedan realizar acciones positivas para superar y cambiarla en honor a esa igualdad.

Sugirió que ese tipo de espacios no sea puntual sino constante, para empezar a construir y practicar la interculturalidad para el Desarrollo, respetuosos de vivir en la diversidad.

Además, apeló a los sectores no indígenas, a demostrar esa sensibilidad y conciencia.

Asimismo, recordó que cada año de sequía, los Pueblos Indígenas están obligados a recurrir a la Emergencia Nacional para parchar sus necesidades, sin embargo sectores que fungen como «desarrollados», en el mismo instante de la situación mencionada recurren al Estado para solicitar que se Declare esa Emergencia, con el objetivo de acceder al Subsidio a las pérdidas económicas. «Les invito a sacar sus propias conclusiones, dijo.

En segundo lugar, indicó que los Pueblos Indígenas están obligados a existir bajo un Estado de Derecho y no bajo un Estado de Interés. «Queda aún en nuestra memoria que el Chaco paraguayo es un ‘Infierno Verde’, por lo que se aspira a que con un cambio de actitudes de los sectores económicos y políticos, el Chaco hoy por hoy pueda ser considerado un ‘Paraíso Verde’ con contenido y práctica más humana y con valores de respeto a la naturaleza, para consolidar el desarrollo en lo social, pluricultural e intercultural y económico, para un Chaco Integral e Integrado», precisó.

Agregó que los Pueblos Indígenas, tienen derecho a vivir acorde a su cultura y/o participar efectivamente en la vida económica del país, articulando acciones con otros miembros de la sociedad paraguaya, cuyas opciones son parte de la vida. Si las mismas son del interés de las comunidades indígenas, y si la determinación de realizar estas actividades proviene de una decisión colectiva basada en su cohesión social y cultural deben ser fortalecidas y acompañadas permanentemente con una responsabilidad real de las autoridades públicas y privadas.

En aislamiento voluntario  

Recordó y resaltó el caso específico del Pueblo Ayoreo Totobiegosode. «Nuestros hermanos Ayoreos Totobiegosode se encuentran viviendo de manera tradicional (se denomina en aislamiento voluntario) acorde estrictamente a sus normas y cultura y esa opción está garantizada por el marco jurídico nacional e internacional. Deberíamos como sociedad, Gobiernos locales, Municipalidades y Estado Paraguayo, realizar esfuerzos articulados, impulsando la conservación, protección y aseguramiento de su bienestar en su territorio ancestral, y que sea respetado ese Derecho», agregó.

Derechos de los Pueblos 

Asimismo, destacó la reglamentación que ampara a los Pueblos Indígenas. En la Constitución Nacional, en su artículo 63 establece taxativamente: “Queda reconocido y garantizado el derecho de los Pueblos Indígenas a preservar y a desarrollar su identidad étnica en el respectivo hábitat. Tienen derecho, asimismo, a aplicar libremente sus sistemas de organización política, social, económica, cultural y religiosa”.

Y en su artículo 65 establece “se garantiza a los pueblos indígenas el derecho a participar en la vida económica, social, política y cultural del país, de acuerdo con sus usos consuetudinarios, ésta Constitución y las leyes nacionales”.

Indicó que ambos artículos de la Carta Magna, jurídicamente describen que el desarrollo con identidad permite realizar en los territorios, y desde esa perspectiva participar efectivamente en la vida del País. «Pero también hay realidades que hace difícil la aplicación efectiva del mencionado marco legal, considerando la pobreza y las desigualdades existentes en el país», indicó.

Explicó que el paradigma, de “la participación efectiva” de los Pueblos Indígenas debe ser una realidad a través de los procedimientos que ya el marco jurídico ha establecido en la Ley No 234/1993 “Que ratifica el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes”, igualmente lo señalado en los estándares internacionales de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, para la aplicación efectiva de la Consulta para el Consentimiento Libre Previo e Informado, conocido en el concierto de las Naciones Unidas como CLPI, a fin de garantizar el respeto a nuestro derecho fundamental para una articulación efectiva de la información, diálogo de respeto sin discriminación.

Mencionó que se debe desterrar definitivamente el reduccionismo histórico y el intento de asimilación del llamado “integración”, para construir conceptos de participación y reconocimiento efectivo desde la autonomía de los Pueblos Indígenas.

Agregó que los Pueblos Indígenas, se sustentan en “la reciprocidad y cooperación”, basados en lo social, cultural y organizativo, en la confianza y el respeto al otro. «Creemos que los mencionados valores son las claves y la llave para consolidar un Chaco integrado en la diversidad».

Recordó que Rebeca Grynspan, Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación, en la Novena Sesión del Foro Permanente, año 2010 decía: «Los Estados deben reconocer las diferencias culturales en sus leyes e instituciones, así como en la formulación de políticas para garantizar que los intereses de grupos particulares no sean ignorados o anulados. Y tienen que hacerlo de maneras que coincidan con otros objetivos y estrategias del desarrollo humano, tales como los derechos humanos, la creación de un Estado capaz, y la garantía de la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos y ciudadanas”, observando igualmente en su informe sobre Paraguay, que las tierras agrícolas del Paraguay se explotan más para cultivos destinados a la exportación.

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