Una nota remitida por la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) a la presidenta del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), la abog. Gail Gina González Yaluff, pide con suma urgencia precautelar la vida y el territorio de las comunidades indígenas Mbya guaraní que residen en el Tekoha Guasu, conocido también como reserva para parque San Rafael.
La misiva agrega que considerando la información de funcionarios del INDERT que se encuentran realizando un relevamiento de campesinos en la zona, exponer el caso de las siguientes comunidades que sufren amenazas y violación en sus derechos. Entre ellas, la Comunidad Indígena Guapo’y, con expediente administrativo INDERT Nº 6806/2004 y la Comunidad Indígena Ysapy’y con expediente administrativo IBR Nº 2488/1997. Ambas reclaman unas mil (1.000) hectáreas cada una en la zona conocida como SHINDOI, que se encuentra sufriendo violencia y acoso por parte de los campesinos que ingresan en tierras de su dominio y sobre el cual desde hace muchos años se encuentran tramitando la legalización de estas tal como lo establece la Ley 904/81.
La comunicación de la FAPI afirma que es importante que el INDERT y el INDI trabajen coordinadamente para respetar la vida y los medios de vida de las comunidades indígenas y detener la violencia de los campesinos sobre sus miembros y sus recursos, además de impulsar los trámites administrativos para legalizar las tierras reclamadas.
Además, solicita que acoja la denuncia realizada y dé las indicaciones precisas a sus funcionarios a fin de reparar el daño que sufren las comunidades y respetar los derechos indígenas, y en la medida de lo posible, otorgar las tierras que legalmente reclamadas por los indígenas.
Asimismo, también expone la situación de las comunidades indígenas Mbya Guaraní, quienes desde hace tiempo se encuentran sufriendo una falta de respuesta efectiva a sus reclamos. Las comunidades indígenas del Pueblo Mbya Guaraní, tienen más de 14 mil hectáreas aseguradas y sobre ellas sufren los impactos de la deforestación, cultivos ilegales y atropellos por parte de personas extrañas a las mismas. Además, existen, aquellas que tienen el dominio y que se encuentran reclamando la legalización de sus tierras, a quienes aún el Estado Paraguayo no han sido respondido efectivamente ni a través del INDERT ni por el INDI y también dentro las mismas sufren las presiones por parte de personas que cometen hechos ilícitos.