La situación de carencia y vulnerabilidad en las comunidades indígenas a nivel general, se ha agudizado con la llegada de la Pandemia por COVID19 al Paraguay. La crisis sanitaria ha obligado al confinamiento de la población en general desde la segunda quincena del mes de marzo de 2020. Las comunidades indígenas han acatado las disposiciones sanitarias y, en su mayoría, todas continúan en aislamiento estricto, considerando la alta vulnerabilidad de las mismas frente al virus, y el bajo o casi nulo acceso a los servicios de salud.
El confinamiento ha impactado fuertemente en la situación alimentaria de las familias y comunidades, teniendo en cuenta que muchas de ellas, en ambas regiones el país, viven en comunidades donde la tierra y el bosque ya son insuficientes y no les permite abastecerse completamente de la caza, recolección como lo hacían tradicionalmente. Por lo mismo, como medida de subsistencia, realizan trabajos externos. La mayoría, vinculados a la producción agrícola ganadera o la venta de artesanías. Con la cuarentena, sin poder realizar los trabajos externos (changas) la situación de necesidad e inseguridad alimentaria y sanitaria aumenta considerablemente.
En ese contexto, la realidad que se vive en las comunidades indígenas durante esta pandemia golpea fuerte. Don Felipe Fernández, presidente de la Asociación Angaité para el Desarrollo Comunitario (ASADEC) lo testimonia. Para llegar a su comunidad, con una población de más de 1000 familias, ubicada en el distrito de Puerto Pinasco (departamento de Presidente Hayes, Chaco), se debe ingresar por un camino de terraplén durante una hora y media, desde el kilómetro 344 de la Ruta Transchaco. Están totalmente aislados. Desde que se inició la cuarentena varios miembros de su comunidad se quedaron sin trabajo y sin la posibilidad de realizar las changas que anteriormente conseguían. Ante ese panorama de necesidad y hambre, tampoco recibieron una respuesta concreta y efectiva de parte del Estado. Comenta don Felipe, que la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) les entregó en el mes de mayo, 18 kilos de alimentos para cada familia de las 18 aldeas de su comunidad, La Patria, del Pueblo Angaité, pero que esas provistas pronto terminaron. Fue la primera y la última vez que recibieron los kits de ayuda de parte del gobierno.
Como una forma de apoyo a esta situación de emergencia alimentaria y sanitaria, el pasado miércoles 17 de junio, la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) realizó la entrega de 100 kits de alimentos para ollas comunitarias, de unos 25 kilos cada uno con arroz, harina, fideo, yerba mate, azúcar, sal, aceite, 1 pack con 10 jabones, y 200 tapabocas reutilizables para uso de líderes, promotores de salud, guardias comunitarios, comunicadores y maestros indígenas de la comunidad La Patria, en el contexto de la emergencia por COVID-19.
«Estoy muy agradecido por las donaciones recibidas. Aquí necesitamos mucho, especialmente los niños y los abuelos. Estamos invisibilizados para el gobierno, no nos ayuda. Realmente estoy muy agradecido», indica Felipe Fernández, líder de la aldea Tres Quebrachos, parte de la comunidad La Patria.
Así también, el día jueves 18 de junio se entregaron 25 kits de alimentos y 100 tapabocas reutilizables a la comunidad Yalve Sanga (ubicada en el distrito de Loma Plata, departamento de Boquerón, Chaco), miembro de la Federación Regional Indígena del Chaco Central (FRICC), organización que también integra la FAPI.
Asimismo, se llevaron las ayudas a los miembros de la comunidad Chaidi, del pueblo Ayoreo Totobiegosode, parte de la Organización Payipie Ichadie Totobiegosode (OPIT), integrante de la FAPI. Esta organización defiende el Patrimonio Natural Cultural Ayoreo Totobiegosode, unas 500.000 hectáreas que hacen parte de su territorio ancestral donde a pesar de la enorme presión por la deforestación alberga a familias indígenas en aislamiento. Las donaciones a la comunidad, ubicada en el departamento de Alto Paraguay, consistieron en 25 kits de alimentos, de 25 kilos cada uno, y de 200 tapabocas reutilizables.
Además, se realizó la entrega de 60 tapabocas a los comunicadores indígenas que integran el staff de las radios de las comunidades El Estribo y Armonía (ubicadas en el distrito de Teniente Irala Fernández, departamento de Presidente Hayes) y de Yalve Sanga (departamento de Boquerón).
Las entregas de las donaciones se realizaron en el marco del Fondo de Emergencia de COVID 19, del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones indígenas de Colombia y Paraguay para la defensa y protección de los derechos colectivos de los pueblos que representan, en especial los derechos sobre sus tierras, territorios y medio ambiente (EIDHR/2018/400-409), implementado por la FAPI y Almáciga, con la financiación de la Unión Europea.