Activistas indígenas y defensores de los derechos humanos de todo el mundo celebraron las decisiones del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil a favor de los derechos territoriales de los pueblos indígenas.
En dos casos de derechos territoriales, los ocho jueces presentes votaron a favor de los derechos territoriales indígenas y en contra del gobierno del estado de Mato Grosso, en la Amazonia, que pedía indemnizaciones por tierras indígenas demarcadas hace décadas.
Aunque la decisión sobre otro caso relacionado ha sido pospuesta, este resultado ha sido recibido como una victoria significativa para los derechos territoriales del país.
A principios de mes se lanzó una campaña internacional después de que el presidente Temer adoptara como política un polémico dictámen jurídico, que habría afectado gravemente al reconocimiento de territorios indígenas.
La propuesta sostenía que los pueblos indígenas que no estuvieran ocupando sus tierras ancestrales el 5 de octubre de 1988, cuando entró en vigor la actual Constitución brasileña, ya no tenían derecho a vivir en ellas. Los activistas y expertos legales han denominado esta medida como tesis de “marco temporal”.
Si los jueces hubieran aceptado el dictamen, ello habría supuesto un retroceso de décadas en los derechos indígenas del país, y decenas de pueblos indígenas podrían ser destruidos. El robo de tierras indígenas destruye a pueblos autosuficientes y sus diversos modos de vida. Provoca enfermedades, miseria y suicidios.
El abogado indígena terena, Luis Henrique Eloy, declaró en respuesta a estas resoluciones: “Esta es una victoria importante para los pueblos indígenas de esos territorios porque el STF reconoció su derecho originario sobre ellos, y ello tiene repercusiones nacionales, dado que el STF se ha posicionado en contra de la tesis de marco temporal”.
APIB, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil, lideró un movimiento de protesta bajo el lema: “¡Nuestra historia no empieza en 1988!”.
Indígenas de todo Brasil se oponen a la medida. Eliseu Guaraní, del Pueblo Indígena Guaraní – Kaiowá del suroeste del país, declaró: “No habrá más demarcación [reconocimiento legal] de nuestros territorios (…) Hay violencia, tenemos que enfrentar ataques de todos lados, ataques paramilitares, criminalización, racismo”.