Desde la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI), órgano que articula a 13 asociaciones indígenas de ambas regiones del país, manifiestamos cuanto sigue, ante los últimos hechos de violencia cometidos contra nuestros hermanos indígenas:
Este martes 25 de febrero hemos tomado conocimiento del hallazgo de un cadáver perteneciente a una hermana indígena menor de edad, en una situación extremadamente violenta, que nos golpea a todos. Además, días atrás se informaba por los medios de prensa sobre el supuesto suicido de una joven hermana en un parque de la ciudad de Asunción. Hace un mes, fue brutalmente violentada una hermana Mbya Guaraní, en una ex fábrica, también en la capital, caso difundido por los medios de comunicación. Hace casi dos meses fue asesinado nuestro hermano indígena que se encontraba descansando en una parada céntrica de colectivo.
Estos hechos de violencia no pueden pasar desapercibidos por las autoridades nacionales. Nos interpela a las organizaciones indígenas a hacer oír nuestra voz y a reclamar justicia ante estos hechos que demuestran la DISCRIMINACIÓN RACIAL ESTRUCTURAL hacia nosotros, los Pueblos Indígenas.
Exigimos al Estado medidas efectivas para garantizar nuestras tierras y territorios, libres de presiones constantes como la deforestación y la contaminación generadas por los agronegocios. De esa manera, evitar la expulsión y la migración por pobreza extrema de nuestros hermanos a los cinturones de pobreza de las ciudades, viviendo algunos sin otra alternativa, en situación de calle. También reclamamos que nuestros hermanos y hermanas que optaron por vivir en la ciudad tengan oportunidades de tener condiciones dignas de vida y que se respeten su vida y dignidad como personas, como seres humanos.
Esperamos que los organismos de Derechos Humanos acompañen nuestros reclamos y apoyen a los órganos que deben velar por nuestros derechos e incidir para implementar acciones urgentes que eviten la violencia y que reparen los daños que ya nos han ocasionado.
Los indígenas, somos personas y en esa condición exigimos que se respeten nuestra libertad, nuestros derechos consagrados en la Constitución Nacional y se garantice nuestras vidas como las de todo ser humano. Así también, exigimos que el Estado, desde las instituciones pertinentes como el Ministerio Público, prevean medidas efectivas para investigar y castigar a quienes cometieron los hechos punibles denunciados. Que la justicia para nosotros, los Pueblos Indígenas, sea rápida y efectiva.