Un encuentro de intercambio y análisis entre artesanos y artesanas de las comunidades indígenas pertenecientes a la Organización Payipie Ichadie Totobiegosode (OPIT) sobre la situación de la producción artesanal y la comercialización de sus productos se llevó a cabo el sábado 11 de septiembre en la comunidad Chaidi, del pueblo Ayoreo Totobiegosode, ubicado en el departamento de Alto Paraguay, Chaco.
El encuentro formó parte del proyecto Fortalecimiento de medios de vida de comunidades del pueblo Ayoreo Totobiegosode afectados por la pandemia de COVID-19, que tiene como objetivo contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de dos comunidades del pueblo Ayoreo Totobiegosode, entre ellas, Chaidi y Arocojnadi, ubicadas en el departamento de Alto Paraguay, Chaco, implementado por la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) y la Organización Payipie Ichaide Totobiegosode (OPIT), en cooperación con la Fundación Tebtebba, la Red Indígena Global ELATIA y la financiación de la Fundación Swift.
El proyecto tiene previsto la realización de talleres formativos para los artesanos de la comunidad, y orientar el impulso de cadenas de valor sostenibles de productos provenientes de territorios indígenas para la generación de ingresos sin dejar de lado la conservación de los bosques; así como promover la venta de las artesanías elaboradas por los miembros de las dos comunidades mencionadas en nuevos nichos de mercado y con apoyo de las TICs a través de catálogos virtuales.
Es que las necesidades profundizadas durante la cuarentena y las restricciones de circulación por la Pandemia por COVID-19 impactaron fuertemente en esta fuente de generación de ingresos para la mayoría de las comunidades indígenas, entre ellas las del pueblo Ayoreo Totobiegosode, del Chaco Paraguayo, cuya artesanía es reconocida por los no indígenas, principalmente los bolsos tejidos con fibras naturales de karaguata (bromelia) y teñidos con tintes naturales, cuyo proceso de elaboración es bastante largo, generándose hermosas piezas que luego son ofertadas en los centros urbanos, algunas piezas logran vender directamente y otras a través de intermediarios muchas veces a precios muy bajos. Los ingresos generados con la venta de artesanía, miel silvestre y picantes, son destinados a la compra de alimentos, medicamentos, combustible, repuestos de equipos, a todas las necesidades que no son cubiertas con la cacería y la recolección.
En el último año la producción de artesanía ha disminuido considerablemente debido a la poca o nula venta en los centros urbanos más cercanos, al no poder viajar los líderes designados para la venta, ello ha afectado a la economía comunitaria.
El mismo proyecto ha hecho posible también la instalación de dos motores para extracción y distribución de agua de tajamar hasta aljibe comunitario en la comunidad Chaidi, en el mes de julio de este año. Sin los motores, mujeres y hombres de la comunidad deben acarrear agua por 1,5 kilómetros todos los días, solo cuando disponen de dinero para comprar combustible, con el apoyo de vehículos comunitarios.